Titulatura real en el Antiguo Egipto

Titulatura de Ramsés III en Medinet Habu.

La titulatura real o protocolo real de un faraón egipcio es la nomenclatura convencional adoptada por los reyes del Antiguo Egipto y por la que son designados en textos e inscripciones.

Al llegar al trono, el rey alcanzaba no sólo un poder terrenal, sino que desempeñaba el papel de una divinidad, sucesor del dios Horus en la tierra, en el trono de Geb. El faraón, en su doble naturaleza humana y divina, se percibía en su titulatura, era su misma esencia, lo más importante de su persona. Simbolizaba tanto el poder real como el sagrado y también actuaba como una especie de declaración de la misión ideológica a seguir para su reinado (a veces, incluso, cambiaba en el transcurso del mismo).

Con la unidad de Egipto, el faraón comenzaría por adoptar dos nombres: "Nombre de Horus" y "Nombre de Nebty". Con el tiempo, la titulatura real completa constaba de cinco "nombres" (rn wr), pero no llegó a tener un uso estándar hasta el Imperio Medio. A partir de entonces, se mantendría inalterable, incluso, hasta el período romano de Egipto.

Aunque el orden cambió a lo largo de la historia, la sucesión canónica final fue la siguiente: "Horus" o ḥr,[1]​ "las dos señoras" (Nebty) o nbty, "Horus de oro" o ḥr-nb, "rey del Alto y Bajo Egipto" (Nesut-bity) o njswt-bjtj e "hijo de Ra" o sȝ rˁ.

  1. En transliteración

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